Embarazo Precoz

jueves, 7 de abril de 2011

Como enfrentarse a un embarazo no esperado


Si no estás pensando en quedarte embarazada y un día te das cuenta de que la regla se retrasa, y al hacerte el test de embarazo da positivo, lo más probable es que esta noticia te cause un profundo shock, mayor cuanto más joven seas y menos preparada te encuentres.

Tener un hijo es una gran responsabilidad y requiere mucho esfuerzo, afecto y también dinero. Enfrentarse con menos de 20 años a esta noticia es todo un reto. Si hace dos días aún jugabas con muñecas, ahora tendrás que preocuparte de comprárselas a tu hijo. El primer paso es aceptarlo y decidir qué hacer. Una vez tomada la decisión (nada fácil) viene el momento de comunicárselo a la familia y amigos. Unos pensarán que estás loca por tener un hijo tan pronto, otros te compadecerán, pero la mayoría te apoyará y ayudará en todo lo necesario. 

 “Al enterarme de que estaba embarazada, tuve una mezcla de sentimientos y durante los primeros días un torbellino de sensaciones, pensamientos… una locura vamos -explica Sarai Muñoz, que se quedó embarazada con 20 años. Al principio me parecía mentira, que no podía ser, pero cuando terminas por aceptarlo lo primero que sentí fue vértigo, ni siquiera yo había terminado de crecer y madurar e iba a tener que cuidar y enseñar a mi bebé... pero paulatinamente te vas sintiendo más segura y capaz, supongo que es instinto maternal, aunque cuando tomas la decisión de seguir adelante a tu alrededor unos dicen que es un error, que vas a destrozarte la vida, otros que eres muy valiente… no sabes qué pensar. Pero al final tomé la mejor decisión de mi vida, y no me he arrepentido un solo instante de ella”.

“En cuanto a mi familia, mi madre fue la que mejor se lo tomó, a ella le había pasado lo mismo y sus padres la obligaron a casarse, así que me apoyó desde el principio, aunque le daba pena porque decía que era muy joven, pero sabía que me apoyaba tomara la decisión que tomara. Mi padre y mis hermanas mayores lo tomaron bastante peor, para ellas yo era su hermana pequeña y creían que iba  a destrozar mi vida, pero poco a poco se hicieron a la idea y ahora son las mejores tías del mundo, y mis hermanos pequeños simplemente lo aceptaron, les pareció bien. En resumen, al principio fue un golpe muy duro para todos, pero al final lo aceptaron y me apoyaron en todo”.

Muchas jóvenes necesitan también ayuda psicológica para tomar la mejor decisión y llevarla a cabo. La Federación Española de Asociaciones Pro Vida cuenta con centros en todas las provincias españolas donde te ayudan con el embarazo por medio de información sobre la gestación y el parto, qué hacer en cada momento, dónde acudir, ayuda psicológica e incluso económica si las circunstancias lo requieren. La familia y el padre son el apoyo principal, pero no siempre se tiene con la suerte de contar con ellos. De hecho, en la mayoría de los casos de embarazos en adolescentes el futuro padre opta por desentenderse del asunto.

“En mi caso, nos cuenta Sarai, el padre sí me ha ayudado, aunque ahora ya no estamos juntos. Nos separamos cuando el niño tenía unos 8 meses pero desde entonces le pasa su pensión y sigue un régimen de visitas”.


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